de febrer 23, 2010

Me encanta que soñar sea gratuito

Soñar no cuesta nada, por eso últimamente me la paso soñando. Soñando con que consigo el trabajo soñado (valga la redundancia), soñando con que soy independiente económicamente, soñando con que puedo irme de viaje a cualquier lado del mundo porque me voy a ganar la lotería y tendré muchos millones. En fin, me la paso soñando. Despertar no está entre mis planes, aunque la realidad no es tan mala, sólo estoy desempleada. Otra persona pegaría un grito, pero vivo con mis viejos, no tengo deudas, ni hijos que mantener. Una que otra fiesta que me pierda por no querer decirle a papi y a mami: "Necesito dinero para irme de fiesta", no me va a matar. ¿Que me vida social peligra? Me da igual. Mientras, me quedo soñando en mi casa con mi trabajo soñado (valga la redundancia, repito y vuelvo a decir, mientras sigo siendo redundante), soñando con que megavideo me va a permitir ver más de 72 minutos, y soñando con que el resto de mis sueños se hacen realidad.

Lo que más me gusta de soñar... es que es gratis.