de juny 29, 2010

"La bandera... panameña... será siempre la más bella"

Lo dije, y como que estoy conectada con algún ilustrador del Diario Panamá América. Puras banderas extranjeras en los carros, buses, bicicletas, patinetas, casas... ¿Y la bandera panameña? en el olvido. La gente con sus caras pintadas, buscando pintar sus avatares en las redes sociales más conocidas. Se ponen distintivos de sus equipos del mundial... pero son incapaces de prestarle atención a los acontecimientos importantes de nuestro país.

Esta imagen me llegó a través de un tuitero panameños que la tuiteó (confío en que pronto aceptarán esta palabra en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, para no sufrir cada vez que la escribo, va, la escribo como salga jaja), valga la redundancia, hace un rato y me hizo recordar este planteamiento que me hice, casualmente, el viernes. Iba entrando a Extreme Planet para ir a desestresarme al Arcade (sí, geek con todas las letras soy) y me causa curiosidad un vehículo que tenia DIECISÉIS (16) banderas de Brasil. (Mil disculpas que no tengo imágenes, estaba conduciendo y no quise sacarle fotos con el smartphone). Vale, está bien ser hincha de una selección alternativa, porque si la de nosotros jamás ha pisado la grama de un estadio durante un mundial, de alguna forma buscaremos vivir la alegría del mundial y que bueno poder escoger la selección de otro país por su estilo de juego, identificación, ascendencia, mero gusto porque si, y hasta guapura de los jugadores (mujeres y homosexuales, vamos que de esa forma si les gusta el deporte jajaja, brometa eh!). Pero algo que me choca, es que la gente no saca pecho y defiende a la patria de la misma manera que pelea por un gol anulado, por un árbitro miope, o por una falta no cantada.

Durante la celebración de este importante acontecimiento deportivo, nos han aprobado una ley mitad beneficiosa y mitad aún discutible compleja por la cantidad de leyes y códigos que modifica, y parece que la ciudadanía está ciega por encandilarse con las pantallas plasma y LCD, y sorda por las vuvuzelas de los estadios.

Gracias a la vida, he podido viajar bastante, y lugar al que voy, lugar en el que planto bandera, regalo pines de mi país, y dejo mi país en alto. Con nacer en esta tierra, adquirí el compromiso de ser una buena embajadora donde quiera que esté, inclusive aquí mismo con cualquier extranjero que pregunte sobre mi país. Y durante los dos años que me tocó vivir fuera por estudios, guindé mi bandera gigante de la ventana, y puse mi placa de 100% panameña en la ventana y la puerta. Y a mi pareja, le compartí mi cultura que ahora hasta come picante D'Elidas y se quedó con mi placa. La bandera no está solamente para recordarla en noviembre.

Celebremos el mundial, celebremos a las otras selecciones, que seguro si Panamá va al mundial todos nos pintaremos de rojo y apoyaremos desde el corazón a la selección, pero también seamos conscientes de lo que sucede aquí y ahora, en nuestro suelo, de lo que va a repercutir no sólo en los próximos 4 años cuando venga otro mundial, sino quizás a más largo plazo. Peleando por el país, por nuestro derechos, cumpliendo con nuestros deberes como ciudadanos, hacemos el verdadero cambio al cual aspiramos. Y así como nos pintamos la cara, y llenamos de banderas extranjeras nuestros vehículos, puestos de trabajo y balcones, llenemos de banderas panameñas nuestros carros, trabajo, casa, porque parte de ese cambio de conciencia y cultura nos puede llevar a ser más notados a nivel internacional... quizá haciendo más patria hasta llegue al mundial nuestra sele algún día, ¿no creen?


de juny 22, 2010

Gracias

yo sé que no fue porque leyeron la queja en mi blog, pero arreglaron el hoyo negro en la calle cerca de mi casa.

Gracias universo por conspirar de maneras extrañas. Pausa y volvemos.