de gener 05, 2007

Café con aroma de bagel...

Hay tantas cosas que quisiera escribir ahora pero las ideas huyen de la sinápsis allá en la azotea de mis pensamientos como quien se aguanta un bostezo cuando tiene sueño. Ha sido un largo día lleno de emociones de distintos tipos. Hace poco me han contado algo que me ha dejado en shock. Lamentablemente, no creo poder compartir el tema con nadie más que el interlocutor asi que prefiero olvidarme de esa idea y permitirle perderse un rato en los confines de mi cerebro mientras yo termino de redactar este post. Sigamos con las demás emociones. No iré cronológicamente, dejaré que el tren de pensamiento decida quien aborda primero. Asi que mi primer pasajero es el sabor de un bagel con queso crema a las 7pm acompañado con una taza de delicioso café. ¿Qué tiene de emocionante eso? Pues mucho. Fue una hazaña encontrar el lugar abierto, siempre q vamos nos damos cuenta que son más de las 9... grrr. Pero como dicen "la tercera es la vencida", a la tercera pudimos sucumbir ante la variedad de bagels y la extraña variedad de quesos crema para acompañarlas. El café, que les puedo decir, fue una experiencia demasiado agradable. ¿El lugar? Estoy enamorada. He aquí una de las emociones de mi día. Me enamoré de ese lugar. El chico q nos atendió, q creo que es el dueño, resultó ser un gringo de California (irónicamente el lugar se llama New York Bagels Cafe) que habla perfectamente español pero yo preferí hablarle en inglés, no por que quisiera "show off", sino porque el lugar me hizo ponerle SAP a mi lenguaje, its quite difficult to explain why. Es que ese lugar tiene un je ne sais quois y una vibra tan rica como la melodía que salpica de un vibráfono contento. Es demasiado lindo (¿Cuándo en la vida yo utilizo la palabra lindo? Definitivamente ese lugar me embrujó). Ah, como blooper en esta historia: conversando con la Marts, tiré un pedazo de bagel en el café, asi que el bagel con sabor a canela y pasas quedo sabiendo a cafe con aroma a kahlua... y el café de kahlua con sabor a bagel de canela y pasas...
El segundo pasajero del tren prefiero bajarlo del tren y comprarle un bosque para que se pierda en él. Pero para seguir con esto de las emociones, pues... puedo contarles que fue un poco awkward. Mejor no hablemos más.
El tercer pasajero del tren de las emociones del día de hoy... es la música, esa música que tanto me gusta y me endulza la coclea para que las hormigas por la noche quieran joderme mientras duermo... Sí, la música. La adoro, me doma, me vuelve dócil. Pero a veces la música (o bulla disfrazada de música) no me endulza el oído, más bien si pudiera me haria sangrar. Mi hermano no deja de escuchar musica que solo hace que mi estómago se vaya a huelga y se fomente un motín clorhídrico en mis entrañas. Sí, no estoy exagerando, no sé si me sugestioné o que, pero de repente me empezó a doler el estómago cuando mi hermano subió el volumen. Luego que quitó la musica, se me quitó la revoltura... tendrá que ver? Pausa y volvemos.

pojdáta: Las fotos del Café coming soon to theaters... no llevé a mi tercer ojo conmigo.

1 comentari:

Marta Raquel ha dit...

fue muy gracioso, en verdad yo lo vi en cámara lenta jajaja, eso sí el bagel tuvo 100 puntos en Clavado Artístico cuando se sumergió perfecto dentro de la taza de café! casi casi se pudo oir el maravilloso -Splash!- que produjo!!!