Notirápidas del fin de semana...

He vuelto de las cenizas para comunicarles que ya terminé materias. Y no solo eso, después de finalizar todo, mi vida casi finaliza. Creo que una fuerza grande me salvó. Mi ángel guardián estaba a mi lado, fue espantoso...por obra y gracia de algo superior no nos pasó nada. Gracias a Marta por ayudarme a regresar en mi y poder manejar después de esa experiencia traumática. Dos horas después de mi cuasiaccidente, a Astrid la atropellan. Fue un jueves demasiado estresante, para terminar en lágrimas de nuevo, enojos y un cúmulo de emociones que no exactamente fueron controladas por mi lobulo frontal y las preguntas que se alojaron en mi lobulo temporal me hicieron replanificar ciertas cosas. Acho (creo) que hay veces que necesitamos ver un trailer de nuestras vidas antes de tomar decisiones. Tristemente cuando vemos ese trailer es casi siempre porque estamos en una situación de vida o muerte, solo asi nos patean el cerebelo. Es una forma de despertar del sueño de comfort en el que caemos muchas veces, y que no siempre es un sueño en el que las cosas van bien, llamemosle a esto la vida.
Después de un jueves estresante, vino un viernes de frustraciones. Dormí demasiado, me levanté de mal humor, mi mamá de mal humor y yo de mal humor, una mezcla tan volátil como el sodio y el agua. Al final las cosas no resultaron tan maquiavélicas. Pero si estresantes porque mi computadora no quería hacerme caso. Me frustró hasta el momento en el que decidí irme por un vodkita con cualquier cosa con lo q pudiera mezclarlo. ¿Para qué? Para quedar medio ebria hablando con Marta por teléfono y Astrid pobrecita con su pie de Cabbage Patch. Y no solo eso, chateando con Diego sobre temas que no deberiamos, puesto que trastornan nuestros sentidos y flaquea nuestra poca voluntad sobre eso (Diego, I love you so much, and I miss you, mi niño).
Hoy fue un sábado de dolor de pies. Digamos que los manda'os no se hacen solos. Y concluyó con broche de oro: ladopsomo con pollo, satsiki y aceitunas negras, te frío, una película y dos amiguisimas. Quedó pendiente la otra película, ojo carajo! Y luego de esto, lo de siempre: conversaciones sobre la vida y sobre cosas que muy probablemente no les encontraremos respuesta nunca. El sábado fue mejor que el viernes y el viernes fue mejor que el jueves. Espero que sea una progresión esto.
No creo q escriba nada después de esto porque me estoy quedando dormida sobre el teclado...